
¿Buscas el próximo destino que combine naturaleza, cultura y una oportunidad para capturar momentos únicos?
Palomino, en la Guajira, es un destino que no solo invita a desconectar, sino también a redescubrir la magia de lo simple. A solo 2,5 km del centro, se encuentra Playa María, un rincón escondido cerca de Playa Los Cocos y el río Palomino. Aquí, cada amanecer es un regalo para los ojos, especialmente si eres amante de la fotografía, como yo.
Durante mi estancia, madrugar se volvió un ritual. Cada mañana, la luz suave y el ritmo pausado de la playa me permitían capturar imágenes que reflejan la vida local. Una de las experiencias más fascinantes fue observar a dos grupos de pescadores, unos 15 por grupo, trabajando con una coordinación que solo el tiempo y la tradición pueden afinar.

A casi un kilómetro de distancia
entre ellos, estos cooperativistas de pesca trabajan con eficiencia y armonía, compartiendo esfuerzos y beneficios en una danza silenciosa.

Preparados para entra en el momento justo

Cada rincón de Palomino tiene una historia que contar
Este retrato no solo es un testimonio visual, sino un homenaje a la dedicación y la conexión que estas comunidades tienen con el mar y la tierra. Su mirada refleja la sabiduría acumulada por los años, la conexión con su entorno y la calma que solo el mar puede ofrecer.
La imagen fue tomada en un momento de pausa, donde el esfuerzo y la calma se encuentran. A través de mi lente, quise inmortalizar ese instante y el espíritu de aquellos que viven de lo que el mar les ofrece.

Este retrato no solo es un testimonio visual, sino un homenaje a la dedicación y la conexión que estas comunidades tienen con el mar y la tierra. Su mirada refleja la sabiduría acumulada por los años, la conexión con su entorno y la calma que solo el mar puede ofrecer.
La imagen fue tomada en un momento de pausa, donde el esfuerzo y la calma se encuentran. A través de mi lente, quise inmortalizar ese instante y el espíritu de aquellos que viven de lo que el mar les ofrece.

Conexión entre la chica y la majestuosidad de la naturaleza.
Una caminata de 20 o 30 minutos por la playa me llevó al río Palomino. En el trayecto, una chica meditando me llamó la atención. Estaba de espaldas al mar, mirando hacia la sierra. A medida que me acercaba, entendí por qué. Una ventana entre la vegetación revelaba la majestuosa Sierra Nevada de Santa Marta, imponente y hermosa. En ese momento, capturé uno de esos instantes donde naturaleza y ser humano se alinean en perfecta armonía.
Belleza imponente de las montañas nevadas en contraste con la vegetación tropical
Una caminata de 20 o 30 minutos por la playa me llevó al río Palomino. En el trayecto, una chica meditando me llamó la atención. Estaba de espaldas al mar, mirando hacia la sierra. A medida que me acercaba, entendí por qué. Una ventana entre la vegetación revelaba la majestuosa Sierra Nevada de Santa Marta, imponente y hermosa. En ese momento, capturé uno de esos instantes donde naturaleza y ser humano se alinean en perfecta armonía.

La Grandeza de la Sierra Nevada desde Palomino

Palomino no solo es playa y montañas.
Es un corregimiento con calles destapadas que esconden una mística especial. Los restaurantes y la cultura local te sorprenden a cada paso. La simbiosis entre nativos y extranjeros que decidieron hacer de este lugar su hogar ha dado forma a una comunidad vibrante y sostenible. Es un destino ideal para cualquier fotógrafo o nómada digital en busca de inspiración.

¿Conoces Palomino o algún lugar similar? Comparte tus experiencias en los comentarios.